Las medidas preventivas son bien conocidas por lo general, pero hay que insistir en su cumplimiento a largo plazo. Entre ellas tenemos:
1.- Realizar un diagnóstico correcto y completo del estado de la circulación venosa, que debe incluir una ecografía Doppler color, pues algunos trastornos no se pueden identificar a simple vista.
2.- Caminar, nadar y relizar movimientos de las piernas, siempre será mejor que permanecer en una misma postura, sentada o de pie, durante un largo tiempo.
3.- En casos en los que estar quieto es la única opción, se debe activar la llamada bomba muscular, de forma que se favorezca el retorno de la circulación con movimientos ascendentes y descendentes de los pies, o dar paseos ligeros.
4.- Es conveniente mantener los pies más altos que las caderas; por ejemplo, elevar los pies en la cama con una almohada dura, ayudará a controlar las varices.
5.- Según la gravedad de las dilataciones venosas, se tendrán que utilizar medias elásticas de mayor o menor grado de compresión terapéutica.
6.- La recomendación principal es aplicar frío en las piernas, como duchas frías comenzando por los pies para activar el retorno de la ciruclación venosa, y en este mismo sentido evitar el calor de cualquier tipo (agua caliente, sol, depilación con cera caliente, quemaduras,…).
7.‑ Combatir el exceso de peso y el estreñimiento.
8.- Evite las prendas de vestir muy ajustadas.
9.- Algunos medicamentos, ya sean cremas de uso tópico o tabletas pueden ayudar a aliviar los síntomas, pero no eliminan las varices existentes, ni evitan la aparición de nuevas dilataciones venosas, por lo que su uso debe ser limitado.